Cada nueva novela de Camilleri
protagonizada por el comisario Montalbano es un auténtico acontecimiento que
este blog recibe con satisfacción. Tras La edad de la duda nos llega ahora La danza de la gaviota (La danza del gabbiano, 2009).
En la comisaría de Vigàta no hay
mucho trabajo. Salvo y Silvia, que no se han visto en tres meses, hacen planes
para pasar unos días juntos visitando algunos pueblos sicilianos; pero, como siempre,
sus vacaciones se arruinarán. Esta vez debido a una inquietante noticia: Giuseppe
Fazio, el fiel subordinado del comisario, ha desaparecido. Montalbano, muy
preocupado, se sumerge tan a fondo en la investigación que se olvida totalmente
de su novia, que, tras olvidar su propósito inicial de abofetearlo en público, regresa,
inesperadamente comprensiva, a su casa.
El título de la novela hace
referencia a una gaviota que el comisario ve morir en la playa frente a su casa
de Marinella. El intrascendente suceso obsesiona a Montalbano, que lo considera
el presagio de una desgracia inminente que, en efecto, no tarda en cumplirse.
La desaparición del inspector Fazio destapa un caso de corrupción política con
conexiones internacionales,
participación de la mafia y un sangriento rastro de cadáveres.
La danza de la gaviota es una novela con momentos realmente
divertidos. En uno de ellos, muy cervantino, Montalbano teme encontrarse con el
rodaje de la serie de televisión que lleva su nombre. No le apetece ver al
actor que lo interpreta. No entiende que hayan elegido a uno que, además de no
parecérsele, está completamente calvo cuando él tiene pelo “para dar y vender”.
Además del humor habitual, volvemos
a encontrar a un Camilleri muy crítico con la situación de su país. Una muestra:
“Montalbano decidió que había que modificar el artículo 1 de la Constitución en
los siguientes términos: Italia es una República basada en la venta de droga,
el retraso sistemático y el parloteo vano.”
Camilleri y Montalbano, siempre
una apuesta segura.
Andrea Camilleri: La danza de la gaviota, Ediciones
Salamandra, 2013.