En Un lugar incierto (Un lieu incertain, 2008) el comisario Jean-Baptiste Adamsberg, debido a su cargo de Director de la Brigada Criminal de París, asiste a un coloquio internacional en Londres sobre gestión de flujos migratorios. El tema no le interesa y no sabe ni una palabra de inglés (de la cuestión lingüística se encarga el anglófilo comandante Danglard), pero viaja con el propósito de pasear junto al Támesis para comprobar si tiene el mismo olor a colada enmohecida que el Sena y si las gaviotas gritan en inglés.
Durante un paseo nocturno con un colega inglés, Adamsberg y Danglard asisten al descubrimiento junto a la entrada del cementerio de Highgate de diecisiete zapatos con sus mutilados pies dentro. Los policías franceses se desentienden de tan inquietante asunto, pero tras regresar a casa se enfrentan a un horroroso crimen. Un periodista jubilado de 78 años ha sido despedazado a conciencia en más de cuatrocientos trozos que posteriormente han sido machacados. El nombre del principal sospechoso se filtra de forma interesada a la prensa y los siguientes acontecimientos confirman que alguien ha tendido una trampa a Adamsberg para que sea apartado de la investigación. Y en este punto Fred Vargas aprovecha para salpimentar la trama con una dosis de denuncia de la corrupción judicial.
En cualquier caso, las pistas conducen al comisario hasta Kiseljevo, un pequeño pueblo de Serbia, donde pasea junto al Danubio, consigue sorprendemente aprender algunas palabras de serbio y con gran peligro de su vida consigue establer la conexión entre tan extraños casos: alguien está exterminando a los descendientes de un vampiro del siglo XVIII.
Fred Vargas, seudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau, es una autora francesa que escribe por afición novela de enigmas. Rechaza calificar su obra como novela policíaca, y la verdad es que cuanto más se aleja de los formalismos del género más interesante resulta, aunque se pliegue a los ortodoxos finales en los que el lector recibe la convencional explicación racional a las intrigas planteadas.
Un lugar incierto da continuidad a los aciertos de las anteriores obras de Fred Vargas: originales argumentos, agilidad narrativa, personajes fuera de catálogo, y, como principal virtud, un atípico protagonista con la cabeza en las nubes y cuyo método policial consiste en la ausencia de todo método que no sea la intuición, el paseo inspirador y el pausado diálogo.
Entretenida, pero la fórmula Vargas comienza a repetirse.
Fred Vargas: Un lugar incierto, Siruela Policiaca, 2010
Otras novelas de Fred Vargas:
La tercera virgen
Más allá a la derecha
Durante un paseo nocturno con un colega inglés, Adamsberg y Danglard asisten al descubrimiento junto a la entrada del cementerio de Highgate de diecisiete zapatos con sus mutilados pies dentro. Los policías franceses se desentienden de tan inquietante asunto, pero tras regresar a casa se enfrentan a un horroroso crimen. Un periodista jubilado de 78 años ha sido despedazado a conciencia en más de cuatrocientos trozos que posteriormente han sido machacados. El nombre del principal sospechoso se filtra de forma interesada a la prensa y los siguientes acontecimientos confirman que alguien ha tendido una trampa a Adamsberg para que sea apartado de la investigación. Y en este punto Fred Vargas aprovecha para salpimentar la trama con una dosis de denuncia de la corrupción judicial.
En cualquier caso, las pistas conducen al comisario hasta Kiseljevo, un pequeño pueblo de Serbia, donde pasea junto al Danubio, consigue sorprendemente aprender algunas palabras de serbio y con gran peligro de su vida consigue establer la conexión entre tan extraños casos: alguien está exterminando a los descendientes de un vampiro del siglo XVIII.
Fred Vargas, seudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau, es una autora francesa que escribe por afición novela de enigmas. Rechaza calificar su obra como novela policíaca, y la verdad es que cuanto más se aleja de los formalismos del género más interesante resulta, aunque se pliegue a los ortodoxos finales en los que el lector recibe la convencional explicación racional a las intrigas planteadas.
Un lugar incierto da continuidad a los aciertos de las anteriores obras de Fred Vargas: originales argumentos, agilidad narrativa, personajes fuera de catálogo, y, como principal virtud, un atípico protagonista con la cabeza en las nubes y cuyo método policial consiste en la ausencia de todo método que no sea la intuición, el paseo inspirador y el pausado diálogo.
Entretenida, pero la fórmula Vargas comienza a repetirse.
Fred Vargas: Un lugar incierto, Siruela Policiaca, 2010
Otras novelas de Fred Vargas:
La tercera virgen
Más allá a la derecha
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