Página siete, blog amigo, nos recuerda que dentro de unos días se dará a conocer el nuevo Premio Nobel de Literatura. Entre los eternos candidatos figura el israelí Amos Oz (Jerusalen, 1939), Premio Príncipe de Asturias de Literatura 2007, poeta, novelista, periodista, profesor y fundador del movimiento pacifista
Shalom Ajshav ("Paz Ahora"). "Nunca he sido propalestino, ni tampoco antipalestino. Soy pro-paz", según sus propias palabras.
Perfecta ocasión para recordar una de sus obras fundamentales: El mismo mar (1999). Libro que escapa a la tradicional clasificación de los géneros literarios. ¿Novela lírica? ¿Poesía narrativa? En cualquier caso, un extraordinario ejemplo de delicadeza y sensibilidad. Una creación sugerente que nos acerca a otras culturas para demostrarnos, de nuevo, que la zozobra humana es la misma en todas partes.
Aceitunas
Ocurre a veces que el fuerte sabor de estas aceitunas,
aliñadas con dientes de ajo, aceite,
sal, limón, guindilla y hojas de laurel,
te trae a la memoria una brisa de una época antigua: grutas,
un rebaño, una sombra, la melodía de una flauta,
el sonido de una respiración de tiempos ancestrales en
un odre. El frío de una cueva, un emparrado escondido,
una choza en un melonar, una rebanada de pan de centeno
y agua de un pozo. Eres de allí. Te has extraviado.
Esto es el exilio. Vendrá tu muerte, en tu hombro pondrá
su sabia mano. Ven, nos vamos a casa.
Amos Oz: El mismo mar, Ediciones Siruela, 2002.