El 18 de agosto de 2005 hubo luna llena. Lo recuerdo bien no sólo porque yo sea un cáncer lunático, sino porque, extasiado, la miraba reflejada en el Mediterráneo mientras Antony & The Johnsons cantaba en su concierto de Cartagena.
Al día siguiente, un periodista tituló su crítica “Antony y la belleza”. A continuación, escribía: “La noche del lunes la belleza se instaló durante hora y media en el auditorio del Parque Torres por cortesía de Antony & The Johnsons. Hablo de una belleza frágil y turbadora, tal como son las canciones de este inglés afincado en Nueva York...”
En lo que a mí respecta, puedo afirmar que fue un espectáculo conmovedor, uno de los mejores conciertos a los que he asistido, una ceremonia repleta de sensibilidad.
La primera canción que escuché de Antony, y que literalmente me sobrecogió, fue I fell in love with a dead boy (Me enamoré de un chico muerto), curiosamente el single que descubrió Hal Willner, productor de Lou Reed, en una tienda de discos y que compró sorprendido, como yo mismo, como cualquiera, por su extraño título. Este productor puso en contacto a Antony y a Lou Reed. A partir de entonces se sucedieron colaboraciones y giras conjuntas, y... la popularidad.
Escribo sobre Antony, además de porque me apetece y porque es uno de mis favoritos, porque recientemente he leído que pronto aparecerá un nuevo disco suyo. Hasta ahora existen dos CDs: Antony & The Johnsons (2000) y I am a bird now (2005. Mejor disco de ese año según varias revistas musicales. Mojo, por ejemplo).
All the world is green, una de las canciones de su último disco aparece en la magnífica La vida secreta de las palabras, la película de Isabel Coixet. Cuenta la directora de cine que la primera canción que escuchó de Antony fue (¿cómo no?) I fell in love with a dead boy y añade: “un escalofrío me recorrió la espalda. Esa sensación que uno tiene al leer ciertos libros o al ver ciertas películas que te hacen sentir como si de repente el autor y tú estuvierais solos en el mundo...”
Cuando Isabel Coixet viajó a Nueva York para pedirle permiso para que su canción apareciera en la película, tuvo la oportunidad de asistir a un concierto de Antony & The Johnsons. Antony le dedicó a la directora una canción, You are my sister, en la que canta: “Tú eres mi hermana y te amo. Que todos tus sueños se hagan realidad.” Días después Antony llamó por teléfono a Isabel, a su hermana, a su alma gemela, para decirle que había llorado viendo la escena de la película en la que suena su canción.
Inciso: ¿Por qué será que cuando escucho You are my sister recuerdo a Lord Byron, que escribió a su hermanastra: “Me dormiré pensando en ti, queridísima Augusta.”?
Para acabar, me permito publicar la traducción de la letra de la canción que he citado varias veces. Te animo a escucharla. Si así lo haces y si todavía no la conocías, te arriesgas a quedar, como yo, como Isabel Coixet, como tantos otros, definitivamente atrapado por el mundo dolorido, sensible, atormentado, inquietante... de Antony.
Al día siguiente, un periodista tituló su crítica “Antony y la belleza”. A continuación, escribía: “La noche del lunes la belleza se instaló durante hora y media en el auditorio del Parque Torres por cortesía de Antony & The Johnsons. Hablo de una belleza frágil y turbadora, tal como son las canciones de este inglés afincado en Nueva York...”
En lo que a mí respecta, puedo afirmar que fue un espectáculo conmovedor, uno de los mejores conciertos a los que he asistido, una ceremonia repleta de sensibilidad.
La primera canción que escuché de Antony, y que literalmente me sobrecogió, fue I fell in love with a dead boy (Me enamoré de un chico muerto), curiosamente el single que descubrió Hal Willner, productor de Lou Reed, en una tienda de discos y que compró sorprendido, como yo mismo, como cualquiera, por su extraño título. Este productor puso en contacto a Antony y a Lou Reed. A partir de entonces se sucedieron colaboraciones y giras conjuntas, y... la popularidad.
Escribo sobre Antony, además de porque me apetece y porque es uno de mis favoritos, porque recientemente he leído que pronto aparecerá un nuevo disco suyo. Hasta ahora existen dos CDs: Antony & The Johnsons (2000) y I am a bird now (2005. Mejor disco de ese año según varias revistas musicales. Mojo, por ejemplo).
All the world is green, una de las canciones de su último disco aparece en la magnífica La vida secreta de las palabras, la película de Isabel Coixet. Cuenta la directora de cine que la primera canción que escuchó de Antony fue (¿cómo no?) I fell in love with a dead boy y añade: “un escalofrío me recorrió la espalda. Esa sensación que uno tiene al leer ciertos libros o al ver ciertas películas que te hacen sentir como si de repente el autor y tú estuvierais solos en el mundo...”
Cuando Isabel Coixet viajó a Nueva York para pedirle permiso para que su canción apareciera en la película, tuvo la oportunidad de asistir a un concierto de Antony & The Johnsons. Antony le dedicó a la directora una canción, You are my sister, en la que canta: “Tú eres mi hermana y te amo. Que todos tus sueños se hagan realidad.” Días después Antony llamó por teléfono a Isabel, a su hermana, a su alma gemela, para decirle que había llorado viendo la escena de la película en la que suena su canción.
Inciso: ¿Por qué será que cuando escucho You are my sister recuerdo a Lord Byron, que escribió a su hermanastra: “Me dormiré pensando en ti, queridísima Augusta.”?
Para acabar, me permito publicar la traducción de la letra de la canción que he citado varias veces. Te animo a escucharla. Si así lo haces y si todavía no la conocías, te arriesgas a quedar, como yo, como Isabel Coixet, como tantos otros, definitivamente atrapado por el mundo dolorido, sensible, atormentado, inquietante... de Antony.
I FELL IN LOVE WITH A DEAD BOY
Te encuentro con lágrimas rojas en tus ojos
y te pregunto tu nombre.
Tú no me contestas.
¿Debería llamar al médico
por si acaso estuvieras muerto?
Pero sólo me acuesto a tu lado
y cojo tu mano.
Me enamoré de un chico muerto.
Ahora eres mi amor, mi único amor
porque toda mi vida he estado tan triste
pero en aquel momento me colmaste.
Ahora les diré a todos mis amigos
que me enamoré de un chico muerto.
Ahora le diré a mi familia
que ojalá tú pudieras haberla conocido.
Ahora escribo cartas a Australia.
Ahora arrojo botellas al mar.
Le susurro el secreto a la tierra:
Nadie va a separarte de mí.
Me enamoré de un chico muerto.
Oh, de un chico tan hermoso.
Me enamoré de un chico muerto.
Oh, de un chico tan hermoso.
Oh, de un chico tan hermoso.
Me pregunto:
¿Eres un chico o una chica?
¿Eres un chico o eres una chica?
¿Eres un chico o eres una chica?
http://www.clubcultura.com/clubcine/clubcineastas/isabelcoixet/vida_secreta/
1 comentario:
Sin lugar a dudas, estoy así:
O.O
impactado,
la canción es bellísima
y creo que yo también
he estado enamorado de chicos muertos
que se han ido...
no sé si vuelvan...
RIDDLE
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