23 de diciembre de 2009

Antony and the Johnsons: You Are My Sister

YOU ARE MY SISTER
Eres mi hermana, nacimos
tan inocentes, tan llenos de necesidad.
Hubo tiempos en que éramos amigos
pero en aquel tiempo fui tan cruel
que cada noche te pedía
que me mirases mientras dormía.
Tenía tanto miedo de la noche.
Parecías moverte a través
de los lugares que yo temía.
Vivías en mi mundo tan suavemente
protegido sólo por tu naturaleza bondadosa
Eres mi hermana.
Y te amo.
Que todos tus sueños se hagan realidad.
Nos sentíamos tan diferentes entonces.
Tan iguales a lo largo de los años
en la forma de reír, la forma de sufrir.
Tantos recuerdos
pero no hay nada que ganar con el recuerdo.
Caras y mundos que nunca nadie conocerá.
Eres mi hermana.
Y te amo.
Que todos tus sueños se hagan realidad.
Es lo que te deseo.
Se harán realidad, se harán realidad.
(Compuesta por Antony.
Aparece en el disco I'm a Bird Now, 2005.
Interpretada por Antony and the Jonhsons y Boy George)

YOU ARE MY SISTER

You are my sister, we were born
So innocent, so full of need
There were times we were friends
but times I was so cruel
Each night I'd ask for you to
watch me as I sleep
I was so afraid of the night
You seemed to move through the
places that I feared
You lived inside my world so softly
Protected only by the kindness of your nature
You are my sister
And I love you
May all of your dreams come true
We felt so differently then
So similar over the years
The way we laugh the way we experience pain
So many memories
But there’s nothing left to gain from remembering
Faces and worlds that no one else will ever know
You are my sister
And I love you
May all of your dreams come true
I want this for you
They're gonna come true (gonna come true)

Libertad


19 de diciembre de 2009

Philip Kerr: Si los muertos no resucitan

"Una actitud omnisciente es muy útil para un dios... y para un detective, por cierto. Naturalmente, en el caso del detective la omnisciencia es una ilusión. Platón lo sabía y por eso, entre otras cosas, era mejor escritor que sir Arthur Conan Doyle. "

Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise not, 2009) es, de momento, la sexta y última entrega de la serie Berlin Noir/ Bernard (“oso valiente”) Gunther. Con una estructura similar a Una llama misteriosa, la novela comienza en 1934 en Berlin y, tras un salto en el tiempo de veinte años, acaba en La Habana en 1954.

En la primera parte, Gunther, al verse obligado a dejar la Policía Criminal trabaja como detective en el famoso hotel Adlon. Tras llegar Hitler al poder y quemar el Reichstag, la ciudad de Berlín prepara los Juegos Olímpicos de 1936. En el hotel se alojan dos estadounidenses: Max Reles, un mafioso a la búsqueda de los contratos que genera el turbio negocio olímpico, y Noreen Charalambides, una periodista que quiere denunciar la persecución judía y la sospechosa designación de la ciudad como sede de los Juegos. Como resulta obvio, los nazis facilitan la existencia al primero, mientras que expulsan del país a la segunda. Mientras, Bernnie Gunther encontrará, respectivamente, un enemigo y una amante.

En la segunda parte, los tres personajes por arte y voluntad de Philip Kerr coinciden en La Habana de Batista para hablar de muchas cosas y zanjar temas pendientes.

En esta novela encontramos a un Bernie Gunther más cansado, cínico, harto (“si no fuera porque duermo bien, la vida se me haría insoportable”) y amargado que nunca. Su creador, domina cada vez con mayor fluidez y maestría la narración de sus andanzas, abrillantando, de paso, el género negro. Philip Kerr, según ha declarado, trabaja ahora en una novela situada en los años de la guerra para seguir condenando a su personaje a la maldición que expresó Confucio: ojalá vivas tiempos interesantes.

Si los muertos no resucitan ha ganado recientemente el III Premio Internacional de Novela Negra RBA. En otras circunstancias, en el caso de otra novela, resultaría sospechoso que la misma editorial que edita sus obras le concediera un premio. No lo es. Resulta merecido

Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por el detective privado Bernhard "Bernie" Gunther:

Violetas de Marzo. (March Violets, 1989).
Pálido Criminal. (The Pale Criminal, 1990).
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991).
Unos por otros (The one from the other, 2006).
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008).
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)

15 de diciembre de 2009

Invisible de Paul Auster


Tras sus últimas novelas protagonizadas por ancianos (Brooklyn Follies, Viajes por el Scriptorium y Un hombre en la oscuridad) Paul Auster vuelve conscientemente, según ha reconocido, a “explorar la juventud otra vez", como hiciera en el Palacio de la luna o en Leviatán.

En Invisible (2009), Adam Walker, joven estudiante universitario e ingenuo protagonista, conoce en una rememorada fiesta a una inquietante pareja francesa que acabará manejando decisivamente los hilos de su existencia. Siguiendo la misma trayectoria juvenil que el propio Auster, el personaje viaja desde la Universidad de Columbia en Nueva York hasta el París cercano al mayo del 68 con la finalidad, según después comprueba asqueado, de ejecutar un malicioso y cruel plan de venganza. Al final de su vida, Adam Walker pone por escrito sus titubeantes recuerdos. Los restantes personajes van completando, en polifonía de voces, el puzzle de lo vivido para confirmar, una vez más, que la realidad es poliédrica y la memoria, selectiva.

Continúa Paul Auster fiel a sí mismo. O, lo que es lo mismo, fiel a su estilo. Es Invisible una novela ideal como manual en un taller de escritura creativa. Volvemos a encontrar sus temas preferidos (la memoria, la ficción, el azar, la creatividad, la guerra, el amor, la búsqueda de la identidad...) y uno de sus habituales ejercicios estilísticos. Sin llegar al manierismo formal de Viajes por el Scriptorium (2006), esta novela se desarrolla con continuos saltos cronológicos y desde una pluralidad de voces narrativas en las que se alternan la primera, la tercera e, incluso, la tan arriesgada segunda persona. Está presente, cómo no, su característica tendencia al juego de la intertextualidad que arranca ya en la primera página con una referencia a Bertran de Born, poeta provenzal condenado al Infierno por Dante junto a los sembradores de discordia, y rescatado de nuestro olvido contemporáneo, de esta forma, por Auster.
En conjunto, Auster demuestra de nuevo su solidez literaria, su fluidez expresiva... Su maestría, en definitiva; pero acabada la lectura nos queda una leve sensación de insatisfacción, semejante a la de quien tras reservar mesa en su restaurante favorito ha esperado una cena memorable y, al final, se tiene que conformar con unos impecables platos de cocina de autor que no logran saciar su apetito.

Paul Auster: Invisible, Editorial Anagrama, Barcelona, 2009.

11 de diciembre de 2009

Philip Kerr: Una llama misteriosa


Al final de Unos por otros el detective Bernard Gunther, experto en buscarse indeseables enemigos, es perseguido por antiguos nazis, escuadrones de la muerte judíos y los servicios secretos norteamericanos.

Como no puede regresar a Berlín, Múnich o Viena, escenarios de sus anteriores novelas, adopta una nueva identidad y en 1950 viaja en barco a Buenos Aires cargado con veinticinco mil chelines austríacos y su sentimiento de culpabilidad germano: “Por no hacer nada... Tengo parte de culpa. Si fuese verdaderamente inocente, estaría muerto. Y no lo estoy.”

En Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008) el escocés Philip Kerr recrea la época en que el general Perón dio protección a los criminales nazis huidos de Europa mientras los judíos seguían desapareciendo.

Por supuesto, ésta es una obra de ficción, aunque el propio autor autor reconozca haberse documentado, entre otros, en el libro La auténtica Odessa: la fuga nazi a la Argentina de Perón de Uki Goñi. De modo que Bernard Gunther/Carlos Hausner recibe en Buenos Aires, en arriesgado tour de force argumental, el encargo de un coronel peronista para que investigue el salvaje asesinato de una joven y la desaparición de otra que pueden guardar relación con sucesos similares ocurridos en 1932 en el Berlín de los días finales de la República de Weimar y que nunca fueron aclarados.

El asesino múltiple pudiera estar ahora en Alemania y Gunther, que había participado directamente en la investigación de los crímenes alemanes y apartado de ella por motivos políticos, se ve obligado a indagar en los círculos nazis para aclarar el asunto. Cuando, además, acepta la petición de Anna Yagubsky, una joven de origen judío, para que busque a sus tíos desaparecidos ambos casos se cruzan y las alarmas en el régimen peronista se encienden.

Gunther en su aventura argentina conoce no sólo a Perón y a Evita, o a siniestros criminales nazis de renombre como Adolf Eichmann o Josef Mengele, sino también las cárceles argentinas, la picana (“En Argentina sólo hemos aportado un invento al mundo moderno. La picana eléctrica.”) o los vuelos de la muerte sobre el río de la Plata.

Por último, es expulsado del país dejando atrás, como siempre le ocurre, a la chica de turno. Buena y mala suerte la de Bernie y la de otros detectives literarios que casi siempre enamoran a las mujeres más atractivas para enseguida perderlas. Gajes del oficio, por lo visto.

Excelente nivel en la mayor parte de las páginas de la quinta entrega de la serie protagonizada por Bernard Gunther. En el recorrido paralelo por el que discurre la novela entre Berlín de 1932 y Buenos Aires de 1950, me quedo con los capítulos perfectamente ambientados dedicados al auge del nazismo y la caída de la República. Un escenario que coincide con el de la novela Adiós a Berlín (1939) de Christopher Isherwood y su conocida adaptación cinematográfica Cabaret (1972).

Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por el detective privado Bernhard "Bernie" Gunther:

Violetas de Marzo. (March Violets, 1989).
Pálido Criminal. (The Pale Criminal, 1990).
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991).
Unos por otros (The one from the other, 2006).
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008).
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)

8 de diciembre de 2009

Festival de Jazz de Cartagena. Imelda May

Viernes 20 de noviembre de 2009. Imelda May en el Festival de Jazz de Cartagena. Sin duda la actuación más colorista, vibrante y energética de todo el cartel. La dublinesa Imelda May y su bien engrasada banda recorrieron sus álbumes No turning Back y el más reciente Love Tatoo. Rockabilly sin contemplaciones, directo, y a bailar. Reconozco que para mí supuso toda una agradable sorpresa.








Al Gare, al contrabajo

Michael Connelly mal traducido. Como siempre

En abril de 2008, cuando se editó en España Echo Park, publiqué una entrada titulada Michael Connelly mal traducido. Intentaba expresar el enfado que como lector y consumidor sentía ante un producto deteriorado por las malas artes de un alevoso traductor y por la indiferencia de una editorial complaciente.
En noviembre de 2008 nos llegó El observatorio. La historia se repitió. Nada dije por temor a repetirme o por no querer pasar por un maniático obsesivo que clama en el desierto sobre un asunto que a nadie parece importarle. Silencio, a pesar de que en la traducción de esta novela se encontraban auténticas perlas, verdaderas joyas de la antología del disparate. Un ejemplo nada más:

En la edición en inglés se leía “You could say that they took down the World Trade Center with a couple of airliners or a couple of box cutters.”
Aquí nos encontramos: “Podrías decir que derribaron el World Trade Center con un par de aviones comerciales y un par de cutres…” (p. 171)
Los cutters (cuchillas) se convirtieron en cutres. Todo un chiste.

Ahora se ha publicado El veredicto y todo sigue igual. Selecciono sólo algunos ejemplos.
Además de los inevitables anglicismos (“Refrescar (to refresh) mi recuerdo…”, p. 127) encontramos ejemplos de mala traducción que desvirtúan el sentido del texto:
“Sacó una tarjeta de bolsillo.” (p.53) A card out of his pocket…
“Si hubiera sido en un caso, me acordaría.” (p. 53) You’d remember me.
“Una conferencia (conference) padres-profesores en la escuela” (p. 147)
“El caso le llegó a Haller con una gran condición: Elliot sólo accedería a mantener a Haller como abogado si éste accedía a no aplazar el caso (the trial).” (p.260)

Errores gramaticales y expresivos en el uso del español:
“El más mayor...” (p.53)
“Tuve que acceder a ir a juicio la semana que viene o encontraría a otro abogado que lo haga.” (p. 115)
“Sí, Vincent se me lo llevó.” (p. 200)

Incoherencias léxicas:
“No era tiempo suficiente para continuar con mi revisión.” (p. 77)
“Pero se me escapa algo en el lado de la defensa de la ecuación.” (p.139)
Continúa el torpe y repetitivo empleo de los demostrativos:
“Se encontró a su mujer y al amante de ésta desnudos y ya muertos.” (p. 93)
“Había ordenado que las cámaras de Cortes TV se montaran en la pared de encima de la tribuna del jurado para que los miembros de éste no se vieran en esa imagen de la sala.” (p. 244)
“Me ocupo de esto por Jerry Vincente, ése es el nombre que reconocerá su secretaria.” (p.95)
“Mostraba a un caballero con armadura en un corcel blanco. Éste se había abierto la visera del casco y sus ojos miraban con intensidad.” (p. 98)
“En la sala de archivos le dije que se sentara a la mesita. Había una libreta grande de hojas amarillas sobre ésta…” (p. 108)

Confusiones en las preposiciones:
“Mandó a gente en prisión…” (p.53)
“Seguí una acera por un césped perfectamente cuidado.” (p.97)
“Lo reconocí de la fotografía de su anuncio.” (p. 76)“Había recibido los disparos en horizontal sobre su cuerpo desnudo.” (p. 127)

En definitiva, gracias al traductor habitual de las novelas de Michael Connelly estamos leyendo sólo algo ligeramente parecido al original. Da igual, a nadie, ni siquiera a su editorial, parece importarle. El género negro o policíaco seguirá viajando en el furgón de cola de la literatura.

5 de diciembre de 2009

Ze bende en un cruze

As.com. 5 de diciembre de 2009

Se discute apasionadamente sobre la sospechosa "Ley antidescargas" que prepara el Ministerio de Cultura y que pretende regular los contenidos en Internet cuando me encuentro con esta joya ortográfica del diario As en la página de inicio de su edición electrónica. Se me ocurre que el Ministerio de Cultura debería comenzar promoviendo, ante todo, el buen uso del idioma en los medios de comunicación, aunque sean deportivos.

Este "cruze" de cables de As me ha hecho recordar un cartel con el que me cruzo a diario. ¡Vaya cruz!


1 de diciembre de 2009

Festival de Jazz de Cartagena. Rickie Lee Jones

El viernes 20 de noviembre le tocó el turno a Rickie Lee Jones. "La chica salvaje", como se le denomina en una entrevista en El País, basó su concierto en Balm in Gilead, su nuevo disco. Quiero pensar que no fue su día más inspirado porque su actuación fue sin duda la más decepcionante de todo el Festival.



Philip Kerr: Réquiem aleman / Unos por otros

Violetas de marzo y Pálido criminal, las dos primeras novelas de la serie Berlin Noir de Philip Kerr, estaban ambientadas en la Alemania nazi.
Durante la II Guerra Mundial Bernie Gunther, el protagonista, debido a su condición de comisario de la policía criminal, es clasificado como teniente de la SS y destinado al frente ruso en un grupo de combate encargado del “asesinato sistemático de civiles judíos.” Cuando Gunther comprende la naturaleza de su trabajo pide el traslado al frente, aun corriendo el riesgo de ser fusilado o de morir en el campo de batalla. Tras la derrota alemana, pasa una larga temporada en un campo de concentración ruso.

En Réquiem alemán (1991) , la tercera entrega de Berlin Noir, la Guerra ha terminado y los países aliados se han repartido el país. A finales de 1947 Berlín es una ciudad en ruinas dedicada al estraperlo. Bernie Gunther, como la mayoría de los alemanes supervivientes, pasa hambre y frío. Su mujer, Kirsten, tiene que prostituirse con militares estadounidenses para conseguir alimentos extra. Ante este panorama el detective acepta un caso que le lleva a Viena para intentar salvar la vida de su antiguo compañero Becker, turbio personaje de la novela Pálido criminal, detenido a la espera de juicio por ser sospechoso del asesinato de un oficial norteamericano.

Rusos (“ivanes”) y estadounidense intentan manejar a Gunther como una marioneta en defensa de sus intereses. Finalmente, la investigación pone en peligro su vida al infiltrarse en una red de antiguos criminales nazis que han falseado sus muertes y adoptado nuevas identidades para huir de los juicios de guerra.

En la continuación, Unos por otros (2006), Bernie Gunther ha abandonado Berlín y la profesión de investigador privado. Se encarga de regentar un decrépito hotel cerca del campo de concentración de Dachau, antigua propiedad de su fallecido suegro. Es el año 1949. Kirsten, su mujer, alcoholizada, con demencia, está gravemente enferma internada en un hospital. Así que toma una decisión: “No valgo para hacerme cargo de un hotel. El trabajo policial es lo único que se me da bien.” En su regreso, acepta investigar el paradero del director de un campo de concentración cuya joven esposa católica quiere volver a casarse.

En realidad, Gunther cae en una trampa: acaba siendo confundido con un médico nazi buscado por experimentar con humanos, y perseguido por un escuadrón judío del Nakam decidido a ejecutarlo. Acorralado y sin futuro en Alemania, cambia de identidad (Carlos Hausner) y consigue escapar en barco hacia Argentina, donde llegará a conocer al general Perón, pero de eso trata Una llama misteriosa, la siguiente novela.

En estas dos novelas encontramos la esencia y las virtudes de las anteriores. El protagonista, más escéptico, caústico y desengañado que antes de la Guerra, conserva su buen gusto en materia femenina y su fobia por los abogados: “Estaba preparado para dejar de lado cualquier sentimiento humano por el bien mayor de ganar dinero.” “Aunque se acabara el mundo, seguiría habiendo abogados para hacerse cargo de la documentación.”

Mientras tanto, como es habitual en el género policial, todo el mundo (ya sean los norteamericanos, los rusos, los nazis, la Iglesia católica o los radicales judíos...) le dice a Gunther lo que tiene que hacer, y él intenta hacer lo que cree correcto para poner un poco de orden en el caos. Difícil tarea la del detective que Philip Kerr desmitifica y contempla de manera irónica: “La labor de un detective no requiere un cerebro del tamaño del de Wittgenstein.” “Yo funciono con monedas.”

En su conjunto, estas muy interesantes novelas de Philip Kerr, bien documentadas, nos permiten recorrer la historia de una época en la que el horror, poliédrico, se adueñó de Europa. Me pregunto qué acogida han tenido en Alemania, ya que una de las más firmes denuncias que encontramos en ellas es la crítica a la pasividad de la mayoría de la población. “Nadie le decía que no a la Gestapo, al menos no sin que ello tuviera consecuencias. Tenía que optar por lo desastroso o po lo desagradable. Una decisión típicamente alemana.” “No puedo permitirme tener principios. Al menos no en Alemania. La gente con principios termina en el campo de concentración de Dachau.”

28 de noviembre de 2009

Festival de Jazz de Cartagena. Cassandra Wilson y John Scofield

Sábado 14 de noviembre. El Festival de Jazz de Cartagena programó una magnífica sesión doble. En primer lugar, Cassandra Wilson, considerada como la mejor cantante de jazz de la actualidad. Su concierto se centró básicamente en Loverly, uno de sus últimos álbumes. Desde su primera canción, una versión del estándar Caravan, consiguió maravillar al público.




A continuación, John Scofield & The Piety Street Band nos ofrecieron un concierto casi calcado del que dieron en Alicante en diciembre de 2008. El mítico guitarrista de jazz recorre ahora con esta banda los caminos de la música de Nueva Orleans. Sobresalió la magnífica versión del Angel of Death de Hank Williams. Destacable también Jon Cleary, voz, teclados, e, incluso, guitarra.




27 de noviembre de 2009

Poemas de Langston Hughes y fotografías de Roy DeCarava

Langston Hughes (1902-1967), poeta, novelista y periodista afroamericano es sobre todo conocido por ser uno de los impulsores del despertar literario, artístico y musical de Harlem de los años 20 y 30 denominado Renacimiento de Harlem. Durante la Guerra Civil trabajó como corresponsal en España, donde conoció entre otros a Pablo Neruda, Miguel Hernández, Rafael Alberti, y tradujo la poesía de Federico García Lorca. Es poco conocido en lengua castellana, a pesar de que Borges y Nicolás Guillén tradujeron su poesía.
Una de las características de su poesía es la imitación del ritmo y de las estructuras armónicas del jazz y del blues.

CANCIÓN DE AMOR EN UN JUKE BOX

Tomaría la noche en Harlem
y te envolvería con ella,
Tomaría las luces de neón y te haría una corona,
Tomaría los autobuses de la avenida Lenox,
Taxis, metros,
Y bajaría el volumen de su estruendo para escribirte/
una canción de amor.
Tomaría el latido de Harlem,
Y lo haría redoble de tambor,
Lo grabaría en un disco, lo haría girar,
Y mientras lo escucháramos,
Bailaría contigo hasta el amanecer,
Bailaría contigo, mi dulce chica morena de Harlem.


LA CHICA DEL JAZZ

¿JAZZ?
¿Te acuerdas de aquella canción
Del viento en los árboles
Cantándome bonitas melodías?
Estaba muy bien, ¿verdad?
¿Oyes ese violín?
Eh, tío, sabes,
Es primavera y en el campo
Crecen las flores.
¡Los de la banda! ¡Tocad!
¡Cielo santo, qué cansada estoy!
Claro, venga,
Invítame a un trago.



En 1955 colaboró con el fotógrafo Roy DeCarava en The Sweet Flypaper of Life. El escritor y el fotógrafo se propusieron retratar en esta obra el alma de Harlem y de sus gentes.

Las fotografías de esta entrada pertenecen a Roy DeCarava, fallecido hace unas semanas (octubre de 2009) en Manhattan a la edad de 89 años.

24 de noviembre de 2009

Festival de Jazz de Cartagena. Brad Mehldau Trío

El 29º Festival de Jazz de Cartagena celebrado entre el 6 y el 21 de noviembre de 2009 ha ofrecido un excelente cartel y extraordinarios conciertos.

El 12 de noviembre tuvo lugar el concierto de Brad Mehldau (piano), acompañado de Larry Grenadier (contrabajo) y Jeff Ballard (batería). El mejor pianista de jazz de la actualidad, y opinan como yo voces más autorizadas, ofreció lo que en él es norma: un concierto sublime, desbordante de matices, de sensibilidad y de sutileza. Memorable.




Michael Connelly: Deuda de sangre


Tras la publicación de El veredicto he leído una y mil veces en distintas sitios y blogs que en esta novela Michael Connelly reúne "a sus dos mejores personajes. "

A estas alturas resulta imposible averiguar quién es el autor original de esta opinión. Lo cierto es que en Internet los comentarios, rigurosos o no, científicos o humorísticos, objetivos o subjetivos, reales o ficticios, se difunden a mayor velocidad que la gripe y enseguida adquieren la categoría de dogma de fe. Además, se piratean y repiten sin rubor y sin citar la fuente.

Larry Sanger, uno de los fundadores de Wikipedia lo resumió con clarividencia: "Internet produce una enorme cantidad de basura y de cosas excelentes." El gran defecto de los buscadores web es que ordenan los resultados de la búsqueda no por su rigor científico o por su calidad sino por un ranking basado en el número de enlaces que conducen a determinada página. A más vínculos, más ranking, lo que casi nunca garantiza una información fiable ni contrastada.

A lo que iba. El caso es que no estoy en absoluto de acuerdo con la idea de que Harry Bosch y Mickey Haller sean los dos mejores personajes de Connelly. Tal afirmación supone, por lo menos, ignorar a Terry McCaleb. En mi opinión un personaje mejor construido, más redondo, más humano y cercano que el abogado Haller. Quizá más de un aficionado a la crítica desconozca las novelas protagonizadas por el antiguo agente del FBI.

Terry McCaleb es el protagonista de Deuda de sangre (Blood Work, 1998). Tras recuperarse de un trasplante de corazón acaba investigando el asesinato de su donante. Esta novela era imposible de encontrar desde hace años y ha sido reeditada ahora por Bruguera para el sello Zeta Bolsillo. En mi opinión se trata de una de las mejores narraciones de Michael Connelly. Clint Eastwood la llevó al cine en 2002 de manera bastante correcta.

Posteriormente, en Más oscuro que la noche (A Darkness More Than Night, 2001) coinciden Harry Bosch y Terry McCaleb. Y es que entremezclar a sus personajes es un recurso que Connelly ya utilizaba antes de El veredicto. Por último, en Cauces de maldad (The Narrows, 2004) Bosch investiga la muerte de McCaleb.
Así que, en mi opinión, Deuda de sangre reúne a los dos principales personajes de Michael Connelly: Harry Bosch y Terry McCaleb. Seguro que muchos estáis de acuerdo conmigo.

Paul Auster: Invisible. Primer capítulo

El día 1 de diciembre se pone a la venta Invisible, la última novela de Paul Auster. Éste es el primer párrafo de la obra:

Le estreché la mano por primera vez en la primavera de 1967. Por entonces yo era un estudiante de segundo curso en Columbia, un muchacho sin formar con ansia de libros y la creencia (o ilusión) de que algún día tendría las suficientes cualidades para considerarme poeta, y como leía poemas, ya conocía a su tocayo del infierno de Dante, un muerto que iba arrastrando los pies por los últimos versos del canto veintiocho del Inferno. Bertran de Born, el poeta provenzal del siglo XII, que llevaba cogida del pelo su cabeza cortada, haciéndola oscilar de un lado a otro como un farol: sin duda una de las imágenes más grotescas de ese extenso catálogo de alucinaciones y tormentos. Dante era un defensor incondicional de los escritos de De Born, pero lo redujo a la condenación eterna por haber aconsejado al príncipe Enrique que se rebelara contra su padre, el rey Enrique II, y como el poeta originó la división entre padre e hijo convirtiéndolos en enemigos, el ingenioso castigo de Dante fue dividirlo a él mismo. De ahí el cuerpo decapitado que va gimiendo por el inframundo, preguntando al viajero florentino si puede haber dolor más terrible que el suyo.

Puedes seguir leyendo el primer capítulo en este enlace de El País.

La editorial Anagrama presenta así la novela:

En 1967, Adam Walker, un joven poeta ávido de vida y literatura, estudia en la Universidad de Columbia, se opone a la guerra de Vietnam y es muy apuesto. Una noche, en una fiesta de estudiantes, conoce a una pareja de franceses sofisticados, Rudolf y Margot. Tras varios días en que ambos ejercen su ambigua seducción sobre el inocente americano, Rudolf, le ofrece a Adam la dirección de una revista literaria que él financiará. Adam ya sospecha que quizá el profesor sea un hombre peligroso, pero no puede resistirse a su oferta. Y tampoco se resistirá a la insinuante Margot... Pero, en estos juegos peligrosos, ¿quién es la presa y quién el cazador? «Con unos personajes fascinantes, una estructura en espiral y un final digno de Joseph Conrad y El corazón de las tinieblas, es una novela de un suspense impecable, inteligente e inquietante» (Donna Seaman, Booklist); «Posiblemente nos encontramos ante la mejor novela de Auster» (Don McLeese).

17 de noviembre de 2009

Wilco y los haikus

Leo en efe eme que Wilco ha organizado un concurso de haikus. El tema tiene que estar relacionado con la banda de Jeff Tweedy. Para concursar, envía tus minimalistas poemas de origen japonés a haiku@wilcoworld.net
A modo de inspiración, la canción Jesus, etc de su álbum Yankee Hotel Foxtrot (2002)
our love
our love
our love is all we have
our love
our love is all of God’s money
everyone is a burning sun
nuestro amor
nuestro amor
nuestro amor es todo lo que tenemos
nuestro amor
nuestro amor es todo el dinero de Dios
cada uno es un sol ardiente

Benjamin Biolay

La Superbe (2099) es el último disco de Benjamin Biolay. En el videoclip de la canción que da título al álbum se acompaña de Marie Agnes Gillot, estrella de la danza francesa. El clip demuestra que sin demasiados recursos técnicos y buenas ideas se consiguen estupendos resultados. Extraordinaria realización. Un único plano secuencia, ¿no?




El primer disco de Benjamin Biolay fue Rosse Kennedy (2002). Un impacto en media Europa. Incluye memorables canciones como Los Angeles.

Rosse Kennedy sorprendió por su mezcla de chanson francesa, pop, jazz... y, entre otros muchos recursos, por dos sampleados de Marilyn Monroe (de la película River of no return, 1954). Uno de ellos se escucha en Les cerfs volants, una de las piezas más brillantes del disco.



Négatif (2003), su siguiente obra, disco doble, le encumbró definitivamente como el último genio de la canción francesa.

13 de noviembre de 2009

Neil Young. Sus cuatro primeros discos

Neil Young reedita sus primeros cuatro, extraordinarios, discos: Neil Young (1969), Everybody Knows This Is Nowhere (1969), After The Goldrush (1970) y Harvest (1972). Las grabaciones se pondrán a la venta en formato de vinilo y de CD.

Para celebrar la noticia os pongo el vídeo de Out on the Weekend, la canción que abría Harvest.



10 de noviembre de 2009

Humberto Rivas

Humberto Rivas ha fallecido en Barcelona, donde vivió desde el año 1976. Entre otros muchos premios recibió el Nacional de Fotografía en 1977.
Sus inquietantes e intensos retratos y paisajes desnudan el alma humana, captan el silencio, la soledad de existir.


Jorge Luis (1972)

Paco (1992)


Sr... (1992)


La cama de Vallmanya (1985)

9 de noviembre de 2009

Philip Kerr: Violetas de marzo / Pálido criminal

Philip Kerr (Edimburgo, 1956) obtuvo recientemente el Premio Internacional de Novela Negra RBA en su tercera edición con la novela Si los muertos no resucitan, sexta entrega de su conocida serie Berlin Noir.

Las novelas que componen Berlin Noir están protagonizadas por el detective privado Bernie Gunther y ambientadas en Berlín, en el período transcurrido entre 1936, en pleno nazismo, y 1948, cuando los países aliados han desmembrado el país.

Violetas de marzo (1989) es la primera novela de la serie. El título se refiere al apodo que recibían los advenedizos que aprovechaban el ascenso nazi para hacer carrera. En ese contexto el antiguo inspector de la Kripo Bernie Gunther se ve obligado a dejar la policía debido a la purga efectuada por Goering. Tras ganarse la vida como detective del hotel Adlon, se hace investigador privado obligado a aceptar “casi cualquier cosa, excepto divorcios”. Una de sus habituales e imposibles tareas consiste en localizar judíos desaparecidos.

En los días previos a los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 cuando Jesse Owens se encargó de desmontar la teoría de la superioridad aria, Gunther recibe la llamada de Hermann Six, un empresario millonario cercano al régimen nazi, para que investigue el asesinato de su hija y de su yerno, además del robo de unas valiosas joyas.

La investigación le lleva a conocer personalmente a inquietantes personajes como Goebbels (Ministro de Propaganda) o Heydrich (Jefe de la Gestapo), que le obsequia con una estancia en el primer campo de concentración del Reich, Dachau (“El trabajo te hace libre”, su sarcástico lema). Finalmente, aclara el caso, pero no consigue encontrar a Inge Lorenz, su amante desaparecida (“Desaparecer está haciendo furor, todo el mundo lo hace”) . Y es que “a veces, ni siquiera Bernie Gunther consigue algo.”


En la continuación, Pálido criminal (1990), Heydrich vuelve a complicarle la vida a Bernie Gunther. En esta ocasión le obliga a regresar a la Kripo para investigar los asesinatos y violaciones en serie de jóvenes arias que alguien quiere hacer creer son obra de algún judío.

Las dos primeras novelas de Berlin Noir se caracterizan por tres cualidades. En primer lugar, la poderosa y absorbente personalidad del protagonista. Un personaje bien construido, reacio a seguir las indicaciones ajenas, duro, violento a veces, ambiguo en su relación con los nazis cuando se trata de “pasar desapercibido y de evitar problemas”, con buen ojo y éxito con las mujeres, y, sobre todo, tremendamente cínico.

En segundo lugar, la extraordinaria documentación realizada por Philip Kerr, perfecta para profundizar en una época crucial de la historia europea.

Por último, la ágil prosa del autor, en la que destaca sobre todo un humor cáustico, en muchos casos surrealista, en la línea del Groucho Marx más inspirado. Un par de ejemplos:

“Según mi experiencia nunca se puede elogiar demasiado a una mujer, del mismo modo que nunca se le pueden dar demasiadas galletas a un perro.”

“Todavía tengo que encontrar un abogado que no sea capaz de robarle los ahorros a su madre; los ahorros y el colchón donde los esconde.”

Sorprende encontrar un sentido del humor, tan particular, tan negro en ocasiones, en la narración de la tragedia y del horror de la época nazi, que Kerr denuncia con firmeza.

En resumen, magnífico y adictivo inicio de la serie Berlin Noir, editada por RBA.

8 de noviembre de 2009

Haruki Murakami: La caza del carnero salvaje


Cuenta Murakami Haruki que cierto día de 1978 se encontraba presenciando un partido de béisbol. Durante un momento del juego, decidió hacerse escritor. Al regresar a su casa comenzó a escribir. En aquella época, era propietario de un café jazz llamado Peter Cat (ya mostraba públicamente su afición por los gatos). Varios meses después, aprovechando sus ratos libres, terminó su primera novela, Kaze no uta wo kike (Escucha al viento), con la que ya obtuvo un premio literario. El éxito inicial le animó a continuar con la literatura.

En 1980 públicó 1973-nen no pinbōru (Pinball, 1973). En 1982 llegó Hitsuji wo meguru bōken(La caza del carnero salvaje), con la que continuó ganando premios. Estas tres novelas son conocidas como La trilogía de la Rata (o del Ratón) por la presencia en ellas del personaje apodado Ratón. Murakami consideró que sus dos primeras obras eran flojas y se opuso a su traducción a otras lenguas. En cambio, afirma que con la tercera sintió por primera vez “la alegría de contar una historia.”

Supongo que por esos motivos La caza del carnero salvaje es la única novela de la trilogía traducida al español. El reciente éxito comercial del más famoso autor japonés en España ha hecho que Anagrama la reedite en formato de bolsillo en su colección Compactos.

La caza del carnero salvaje es una narración con estructura de relato policial. El anónimo protagonista de la novela es obligado a emprender un viaje a una remota región para buscar un extraño y legendario carnero (metáfora del mal) que otorga poder a quien lo posee. En realidad, a quien es poseído por él.

Sin duda es una obra de aprendizaje de Haruki Murakami. En muchos momentos absurda y de ritmo titubeante. Su principal interés reside en que ya se pueden encontrar elementos de su poderoso imaginario narrativo y algunas de las constantes de su obra como la omnipresencia de personajes solitarios o las referencias a la música y a la literatura occidentales.

"La orquesta de Benny Goodman empezó a interpretar Air Mail Special. Charlie Christian la emprendió con un largo solo. Llevaba un sombrero flexible color crema. Era la última imagen que recordaba haber visto." (La caza del carnero salvaje)

Recordemos Air Mail Special de Benny Goodman con el solo de guitarra de Charlie Christian.


27 de octubre de 2009

Michael Connelly: El veredicto


El veredicto (The Brass Verdict, 2008) es la segunda novela de Michael Connelly protagonizada por Mickey Haller. Tras la presentación del personaje en El inocente (The Lincoln Lawyer, 2005) volvemos a encontrarnos con el abogado defensor que no tiene bufete y que despacha sus asuntos a bordo de un Lincoln mientras recorre las avenidas de Los Angeles.

En esta ocasión, tiene que hacerse cargo de los casos de Jerry Vicent, un colega asesinado. El problema es que Haller lleva un año sin ejercer a causa de las operaciones sufridas tras ser tiroteado (El inocente), su posterior adicción a los calmantes y el proceso de rehabilatación correspondiente.

Cuando se dirige al despacho de Jerry Vicent para comenzar a estudiar los expedientes heredados se encuentra a Harry Bosch, que investiga el asesinato. Las primeras sospechas hacen pensar que el crimen guarda relación con la defensa de Walter Elliot, poderoso productor cinematográfico de Hollywood, acusado de matar a su mujer al sorprenderla en compañía de su amante.

De esta forma coinciden en la misma novela dos de los principales personajes de Michael Connelly. Además, también aparece brevemente Jack McEvoy, protagonista de El Poeta (1996) y de The Scarecrow (2009). Esta interrelación de sus principales personajes es un recurso muy querido por Michael Connelly, habitual en su mundo literario. Recordemos, por ejemplo, cómo en Más oscuro que la noche (2001) reunía a Bosch con Terry McCaleb.

El título original de la novela, The Brass Verdict, respetado en mayor medida por la edición francesa, Le Verdict du plomb, nos sitúa de pleno en el tema de la obra. "El veredicto de plomo" se refiere a la justicia callejera de aquellos que a base de balas administran su particular justicia, ya que no confían en la oficial. La denuncia de la corrupción judicial es la tesis de Connelly en esta novela. Un punto de vista crítico que le sitúa al lado de los grandes nombres del género negro estadounidense. En este sentido, el primer capítulo, ya muy citado, y absolutamente representativo de su narrativa, fija desde el inicio el discurrir temático de la novela.

“Todo el mundo miente. Los policías mienten. Los abogados mienten. Los testigos mienten. Las víctimas mienten. Un juicio es un concurso de mentiras. Y en la sala todo el mundo lo sabe. El juez lo sabe. Incluso los miembros del jurado lo saben...”

El veredicto es una interesante novela en la que Mickey Haller, tras su presentación en El inocente, adquiere consistencia literaria. Aunque intervenga de forma decisiva para aclarar el turbio asunto que se nos presenta, Harry Bosch es sólo un personaje secundario.

A pesar de ello, esta obra es básica para entender la evolución y la personalidad de Harry Bosch. El principal personaje de Michael Connelly, como un moderno Edipo estadounidense, emprendió en las primeras novelas de la serie (fundamentalmente en El último coyote, 1995) un proceso de conocimiento de sí mismo que le impulsó a investigar el asesinato de su madre y la identidad de su padre y que concluye ahora en El veredicto con el reconocimiento (la anagnórisis clásica) de su hermano Mickey Haller. En la última entrega, Nine Dragons, recientemente publicada en el mercado anglosajón, Harry Bosch deberá enfrentarse al secuestro de su hija Maddie.
Michael Connelly: El veredicto, Rocaeditorial, 2009.
Todo sobre Harry Bosch y Michael Connelly en Woodrowwilsondrive.es

25 de octubre de 2009

David Bowie: Heroes/Helden

La noche del 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín. Cuando se cumplen veinte años de este hecho histórico podemos recordar una canción inspirada en la existencia del llamado Muro de la Vergüenza.

En 1977 David Bowie se trasladó a vivir a Berlín. En su etapa alemana grabó tres discos conocidos en su conjunto como La trilogía de Berlín. Uno de esos tres discos fue Heroes (1977), que incluye la canción que le da título, una de sus composiciones clásicas. La música fue compuesta por David Bowie y Brian Eno. Ese mismo año se publicó Helden, la versión alemana.

En cuanto a la letra, tiene su pequeña historia. Bowie vivía en un apartamento, antiguo comedor nazi, con vistas al Muro de Berlín. Una tarde observó como Tony Visconti, el productor del disco, besaba a una mujer. De ahí surgió la canción de dos amantes separados por el Muro, cada uno a un lado de la ciudad, que pueden ser "héroes" sólo durante un día.

Ahí va mi traducción libre de la letra:

HÉROES

Yo
Yo seré rey
Y tú
Tú serás reina
Aunque nada
Los alejará
Podemos derrotarlos
Sólo por un día
Podemos ser héroes
sólo durante un día

Y tú
Puedes ser mala
Y yo
Beberé todo el tiempo
Porque somos amantes
Y esa es la realidad
Sí, somos amantes
Y esa es la realidad

Aunque nada
Nos mantendrá unidos
Podríamos robar el tiempo
Sólo por un día
Podremos ser héroes
Por siempre jamás
¿Qué te parece?

Yo
Yo desearía que pudieras nadar
Como los delfines
Como nadan los delfines
Aunque nada
Nos mantendrá unidos
Podemos derrotarlos
Por siempre jamás
Oh, podemos ser héroes
sólo durante un día

Yo
Yo puedo recordar
De pie
Junto al Muro
Y las pistolas
Disparando sobre nuestras cabezas
Y nos besamos
Como si nada pudiera caer
Y la vergüenza
Estaba al otro lado
Oh, podemos derrotarlos
Por siempre jamás
Entonces, podremos ser héroes
Sólo por un día

Podemos ser héroes
Podemos ser héroes
Podemos ser héroes
Sólo durante un día
Podemos ser héroes
No somos nada
Y nada nos ayudará
Quizá estamos mintiendo
Entonces mejor no te quedes
Pero podríamos estar a salvo
Sólo durante un día.




HEROES

I
I will be king
And you
You will be queen
Though nothing will
Drive them away
We can beat them
Just for one day
We can be Heroes
Just for one day

And you
You can be mean
And I
I'll drink all the time
'Cause we're lovers
And that is a fact
Yes we're lovers
And that is that

Though nothing
Will keep us together
We could steal time
Just for one day
We can be Heroes
For ever and ever
What d'you say

I
I wish you could swim
Like the dolphins
Like dolphins can swim
Though nothing
Will keep us together
We can beat them
For ever and ever
Oh we can be Heroes
Just for one day

I
I will be king
And you
You will be queen
Though nothing
Will drive them away
We can be Heroes
Just for one day
We can be us
Just for one day

I
I can remember
Standing
By the wall
And the guns
Shot above our heads
And we kissed
As though nothing could fall
And the shame
Was on the other side
Oh we can beat them
For ever and ever
Then we can be Heroes
Just for one day

We can be Heroes
We can be Heroes
We can be Heroes
Just for one day
We can be Heroes
We're nothing
And nothing will help us
Maybe we're lying
Then you better not stay
But we could be safer
Just for one day

17 de octubre de 2009

El hombre inquieto, el adiós de Kurt Wallander

Tras nueve novelas y un libro de relatos cortos, El hombre inquieto, la última obra de Henning Mankell, se anuncia como el adiós del inspector Kurt Wallander.


El hombre inquieto es Hakan von Enke, capitán de fragata retirado de la Marina sueca y, además, suegro de Linda, la única hija de Kurt Wallander.
Durante su fiesta de cumpleaños el oficial le relata a Wallander cómo se vio involucrado en los sucesos ocurridos en los años 80 cuando submarinos soviéticos invadieron en varias ocasiones las costas suecas y los sectores más derechistas del país culparon entonces al Primer Ministro socialdemócrata Olof Palme.
El inspector Wallander nota a su consuegro nervioso y demasiado preocupado por unos hechos ya lejanos. Poco tiempo después, von Enke desaparece durante su paseo diario por Lilljansskogen. Cuando Louise, la esposa del militar, sufre la misma suerte y posteriormente es hallada muerta, todo hace suponer que las incursiones submarinas rusas siguen teniendo repercursiones aunque hayan transcurrido casi treinta años.
Kurt Wallander aprovecha unos días de sanción y unas pequeñas vacaciones veraniegas para investigar por su cuenta lo sucedido. Al final, en solitario, dejándose llevar por su intuición, es la única persona que logra desentrañar parte del misterio.
En El hombre inquieto, aun más que en otras novelas de Mankell, la figura del entrañable inspector Wallander se eleva por encima de la trama, algo previsible.
El rasgo más característico del famoso personaje de Mankell es su humanidad. No se tiene constancia en el olimpo del género negro de ningún otro detective (por definición, especie casi sobrenatural) que padezca insomnio, que enferme como cualquier otro mortal, que pierda los empastes dentales, que sufra derrotas en batallas de amor, que reciba multas de tráfico, que negocie créditos bancarios, que discuta con su padre y con su ex-mujer, que llore, que explote en arrebatos de ira y que, además, tenga tiempo para resolver con éxito sus investigaciones.
En esta última entrega, Kurt Wallander, que ya es abuelo, tiene sesenta años y ha cumplido por fin su sueño de vivir en el campo, acompañado sólo por su perro Jussi.
En soledad, enfermo de diabetes, con sobrepeso, y sufriendo los primeros síntomas de alzheimer, siente cómo se acerca el final. “La muerte había sido un componente más de su existencia desde el día en que, siendo muy joven, recibió una cuchillada a unos míseros centímetros del corazón. Cada mañana veía el rostro de la muerte en el espejo. Pero ahora... la sentía súbitamente cercana.”
De forma autocompasiva y patética, según él, el inspector de la Comisaría de Ystad hace balance y resume el sentido de su existencia: “se había esforzado por formar parte de las fuerzas benignas en este mundo.” Por su cada vez más frágil memoria desfilan los recuerdos de sus seres queridos, los principales momentos de su vida (“El primero, el día en que me opuse a la voluntad de mi padre y me convertí en policía.”), sus inicios en la profesión de la mano del inspector Rydberg, sus más notables casos...
En El hombre inquieto todo apunta a despedida. Incluso Baiba, su último amor, viaja desde Riga para decirle adiós en emotivas páginas.
Y, por supuesto, Kurt Wallander se despide de nosotros. Lo vamos a echar de menos.






OBRAS DE HENNING MANKELL PROTAGONIZADAS POR KURT WALLANDER
Asesinos sin rostro (Mördare utan ansikte, 1991)
Los perros de Riga (Hundarna i Riga, 1992)
La leona blanca (Den vita lejoninnan, 1993)
El hombre sonriente (Mannen som log, 1994)
La falsa pista (Villospår, 1995)
La quinta mujer (Den femte kvinnan, 1996)
Pisando los talones (Steget efter, 1997)
Cortafuegos (Brandvägg, 1998)
La pirámide (Pyramiden, 1999).
Colección de relatos cortos sobre sus inicios policiales.
Antes de que hiele (Innan frosten, 2002). Protagonizada por su hija Linda.
El hombre inquieto (Den orolige mannen, 2009)

4 de octubre de 2009

Ramiro Pinilla: Sólo un muerto más



Ramiro Pinilla García (Bilbao, 1923) es un escritor de larga trayectoria, que nadando a contracorriente, incluso publicando él mismo sus novelas, ha obtenido importantes galardones literarios. Si en 1960 ganó el Nadal y después el Premio de la Crítica por Las Ciegas hormigas, en los últimos años su trilogía Verdes valles, colinas rojas (Tusquets, 2005) ha obtenido el Premio Euskadi de novela, de nuevo el de la Crítica, y el Nacional de Narrativa.

Su primera novela, Misterio de la pensión Florrie (1944), publicada como Romo P. Girca, fue una incursión juvenil (como el ingenuo juego con las grafías de su nombre y apellidos para componer el seudónimo) en el género policial que se vendió en los quioscos al precio de 3 pesetas.

65 años después, Ramiro Pinilla vuelve a sus orígenes con Sólo un muerto más (2009, Tusquets), novela que dedica con ironía a su alter ego Romo P. Girca en recuerdo de su debut literario que, según él mismo reconoce, fue muy malo.

En el paisaje autobiográfico y literario de Getxo y de la playa de Arrigunaga sitúa Ramiro Pinilla a su protagonista Sancho Bordaberri, librero y autor compulsivo de ficciones policíacas que las editoriales le devuelven, una y otra vez, con la misma perseverancia que él emplea en escribirlas. Cuando su decimosexta novela sufre la misma suerte que las anteriores, decide tirarla al mar y abandonar su carrera. En ese mismo momento, contempla desde la playa la peña de Apraiz donde diez años antes, en 1935, se cometió un crimen: los hermanos gemelos Altube, no muy queridos en el pueblo, fueron encadenados a una argolla para que “la pleamar los ahogara.” Uno de ellos murió.

El recuerdo del crimen le abre los ojos: su camino literario deberá discurrir por el realismo, que, además de entregarle una novela le permitirá resolver el asesinato. Es así como Sancho Bordaberri para administrar justicia se convierte en el detective Samuel Esparta, nuevo Sam Spade, auxiliado por la rubia oxigenada Koldobike en el papel de secretaria de su improvisado despacho donde, a falta de clientes a cincuenta pesetas diarias más gastos, recibe palizas falangistas. Es así como el librero, a pesar de llamarse irónicamente Sancho, se transforma en un moderno Don Quijote de posguerra que, en vez de libros de caballería, ha devorado a Hammett, Chandler, Cain y Himes, y que, en lugar de armadura, viste traje, corbata y sombrero porque así lo exigen los cánones del género negro.

Sin duda lo más interesante de Sólo un muerto más reside en este juego intertextual o metaliterario que está en el origen de la propia novela: el caso ahora aclarado aparecía sin resolver en Verdes valles, colinas rojas, la aclamada trilogía de Pinilla.

Menor interés tienen en esta obra, me parece, las referencias a una posguerra española comandada por poetas falangistas que tan pronto loaban en ripios sonoros el imperiohaciadiós patrio como ajusticiaban a los rojos separatistas vascos o se forraban con el estraperlo.

Estaremos al tanto de la anunciada continuación de las aventuras del detective librero Samuel Esparta.

29 de septiembre de 2009

El hombre inquieto pronto a la venta


El cumpleaños de Håkan von Enke se celebró en una sala de fiestas que alquilaron en Djursholm, el barrio rico de las afueras de Estocolmo. Wallander no había estado allí en su vida. Linda le juró y perjuró que bastaba con que se pusiera el traje. Von Enke odiaba el esmoquin y el frac, pero, por otro lado, le encantaban los uniformes de todo tipo que había llevado durante su larga carrera en la Armada militar. Si Wallander lo deseaba, podía llevar su uniforme de policía, claro. Pero él decidió ponerse el traje: dadas las circunstancias, no le parecía muy adecuado utilizar el uniforme. [...] Ahora estaba en Estocolmo para celebrar el cumpleaños de su consuegro.

Así comienza uno de los primeros capítulos de El hombre inquieto, el regreso del inspector Kurt Wallander en la última novela de Henning Mankell. Tusquets Editores anuncia su llegada a las librerías el próximo 9 de octubre de 2009.

28 de septiembre de 2009

Dennis Lehane: Un trago antes de la guerra


Un trago antes de la guerra (A Drink Before the War, 1994) es la primera novela de Dennis Lehane. RBA (Serie Negra) la edita por fin en España.

Dennis Lehane, autor de la célebre y magnífica Mystic River (2001), nació en Dorchester, Boston, y es en este espacio tan conocido por él donde sitúa la acción de su debut narrativo. Un trago antes de la guerra es también la primera entrega de la serie de cinco novelas protagonizadas por la pareja de detectives Patrick Kenzie y Angela Gennaro, siempre acompañados por el inclasificable Bubba, tres cuartos de psicópata, un cuarto de ángel de la guarda.

Patrick y Angela son contratados por unos senadores de Massachussets para encontrar a una limpiadora negra que ha desaparecido junto con unas fotografías que pueden poner en peligro sus carreras políticas.

La guerra que figura en el título se refiere a la violencia racial de las bandas callejeras que domina los suburbios de Boston y que a nadie parece importar demasiado hasta que llama a las “puertas de madera de roble tras las que ciertos chorizos bien educados almuerzan con un par de dry martinis.”

Pero no sólo hay conflictos raciales en esta novela. Existe la violencia en casi todas sus formas. Los niños son explotados sexualmente o golpeados por sus padres (como el propio Patrick Kenzie), las mujeres son maltratadas por sus maridos como bien sabe Angela Gennaro, la vida de los humildes apenas vale unos dólares, los políticos recurren a cualquier método con tal de preservar sus intereses...

Excesiva violencia, aunque la esperada denuncia social queda descafeinada, trivializada, por el tono desenfadado y cómico que imprime el autor.

Destacan las buenas referencias musicales y la correcta traducción, superior a lo que parece norma en el género, del escritor y periodista Ramón de España.

En resumen, un entretenido debut narrativo de Lehane, aunque a gran distancia de la calidad literaria de Mystic River.

27 de septiembre de 2009

Chema Madoz



Chema Madoz (Madrid, 1958), ganador del Premio Nacional de Fotografía en 2000, es un poeta de la imagen. Los objetos cotidianos adquieren bajo su mirada una nueva identidad en blanco y negro mediante un proceso metafórico que nos remite al Dadaísmo, a René Magritte o a Marcel Duchamp.


Mañana, 28 de septiembre de 2009, La Fábrica presenta en Barcelona su colección Obras Maestras dedicada a los mejores fotógrafos nacionales que inaugura, de forma significativa, Chema Madoz. Se trata de una antología en gran formato y de cuidada calidad de 300 de sus creaciones.


10 de septiembre de 2009

Mapa de los sonidos de Tokio


De entrada, hago constar mi admiración por las películas de Isabel Coixet, a la que últimamente se está atacando sin sentido, incluso por algo tan absurdo como el tipo de gafas que usa.

En el ámbito estrictamente cinematográfico, Isabel Coixet con Cosas que nunca te dije (1996) o A los que aman (1998) nos demostró que otra forma de hacer cine en España era posible. En los últimos años con Mi vida sin mí (2003) y la sobrecogedora La vida secreta de las palabras (2005) nos había confirmado su madurez, talento y sensibilidad.

En su última película, Mapa de los sonidos de Tokio (2009), Min Tanaka, técnico de sonido, nos narra su silenciosa relación platónica y zen con Ryu, una solitaria joven que trabaja en el mercado del pescado de Tokio y que además ejerce a ratos libres como asesina a sueldo. Por ello, es contratada por un poderoso empresario para que mate a David, un catalán que regenta una tienda de vinos, ya que lo cree responsable del suicidio de su hija Midori (evidente referencia al personaje de Haruki Murakmi). Ryu no puede cumplir el encargo porque se enamora del desolado (¿?) David.

Coixet ha catalogado Mapa de los sonidos de Tokio como thriller romántico y sentimental y como la más trágica de sus obras. A ratos es una película sugerente, pero en su conjunto es fallida y en gran medida decepcionante. Y es decepcionante sobre todo porque no consigue emocionarnos en ningún momento, a pesar de su intención sentimental.

La película es un drama poblado de personajes solitarios que sufren. Sin embargo, tanto dolor sin esperanza nos deja, ¿cómo puede ser posible?, indiferentes. Asistimos impasibles a la desesperación del padre que ha perdido a su única hija, al impostado dolor del protagonista masculino cuya novia se ha suicidado, a la herida sangrante de Ryu que ama sin ser correspondida, y al autismo platónico de otros dos personajes.

Elegy (2008), la anterior película de Coixet, también trataba, aunque de forma más reflexiva, sobre la vida y la muerte, sobre el sexo, sobre el amor y el desamor, sobre el sufrimiento… y conseguía transmitirnos pasión e intensidad mientras nos sumergía en las oscuras aguas de la tragedia de vivir. ¿Por qué en esta película no consigue hacer hago semejante?

Quizá la diferencia resida en la solidez del guión de Elegy, basado en la novela breve de Philiph Roth El animal moribundo (The Dying Animal, 2001) en la que el profesor Kepesh es la viva representación del animal moribundo que es toda persona es. Nada que ver con la endeblez argumental de Mapa de los sonidos de Tokio, más esquemática y de previsible desenlace. Chirría especialmente la caracterización del protagonista masculino, nada hondo ni creíble. La interpretación de Sergi López contribuye en buena medida a ello.

En mi opinión, lo peor de todo es que la séptima película de Coixet se consume en su apuesta por un esteticismo formal y un manierismo inane muy habitual en el cine de autor y cuyo rasgo más significativo es la acumulación de referentes personales y culturales queridos por el director, pero que en ocasiones poco dicen al espectador, y que en este caso resultan ser triviales.

Dos ejemplos de esta afirmación. Por un lado, la evidente referencia al cine de Wong Kar Wai, por el que Isabel Coixet ha manifestado en ocasiones debilidad. Formalmente hay bastante del cineasta honkonés en esta película, pero a un nivel muy superficial y evidente: las escenas nocturas, los neones, la gama de colores, los movimientos de la cámara al hombro, el tipo de encuadre…

Por otro lado, el pretendido homenaje a Tokio y a la cultura japonesa se queda en lo más tópico: el karaoke (gratuita interpretación de Enjoy The Silence, de Depeche Mode), el sushi, el ramen, los love hotels, las aglomeraciones, las tragaperras (pachinko), hasta los paraguas para perro…

En fin, una película que no funciona. Incluso One Dove la canción de Anthony and the Johnsons que cierra el filme parece fuera de sitio.

6 de septiembre de 2009

CHET BAKER / LET'S GET LOST

Chet Baker y Russ Freeman. Hollywood, 1954. Foto de William Claxton


El 18 de septiembre se estrena en España Let’s Get Lost, la película-documental de Bruce Weber sobre Chet Baker, una de las figuras del jazz más populares. Let’s Get Lost, crónica de los últimos tiempos de un envejecido Baker, está considerada una obra maestra en su género que en 1989 ganó el Premio de la Crítica en el Festival de Cine de Venecia y fue candidata al premio Óscar. 20 años después, tras ser recuperada por el último Festival de Cannes, podremos ver esta "elegía romántica y melancólica", según The New York Times.

Bruce Weber, famoso por sus campañas publicitarias, relató en Cannes que en un principio la idea era hacer unas fotos a Chet Baker, luego un cortometraje de tres minutos, y que, fascinado por el personaje, el proyecto acabó siendo un documental de casi dos horas. “Siempre me ha gustado la gente complicada y él lo era, y mucho.”

El 13 de diciembre de 1988 Chet Baker fue encontrado destrozado en la acera de la calle Prins Hendrikkade, en el centro de Ámsterdam. Había caído, o había sido arrojado (un ajuste de cuentas, según algunos), desde la tercera planta del hotel Prins Hendrik. En cualquier caso la droga acabó finalmente con su vida. En la habitación, entre las pocas pertenencias que dejó, su trompeta. Murió arruinado. Weber pagó su funeral en Nueva York.

El director del documental se encontraba acabando el montaje cuando murió el trompetista. En ese mismo momento la película adquirió la categoría de testamento vital de un músico que, según sus biógrafos, había dedicado su existencia a “tocar música, amar a las mujeres y chutarse”.

La mejor manera de conocer a tan fascinante y complicado músico y cantante, además de ver esta película, es leer sus memorias.

Como si tuviera alas, Las memorias perdidas (As Though I Had Wings. The Lost Memoir, 1997) es el poético y sarcástico título de su breve y fragmentaria autobiografía, encontrada tras su muerte.

Chesney Henry Baker, Jr. nació en 1929 en Yale, Oklahoma, pero pronto su familia se trasladó a vivir a California. Chet Baker recuerda cómo su padre le regaló un trombón cuando tenía trece años, pero que como era pequeño para su edad la boquilla le quedaba demasiado grande. Dos semanas después lo dejó por una trompeta, el instrumento que le haría célebre y que comenzaría a tocar en la banda de la escuela.

“Desencantado con las clases” se pasaba el día en la playa. Las faltas de asistencia provocaron el enfado de sus padres. Tras algunas discusiones por ese motivo decidió alistarse en el ejército. Con diecisiete años partió con la 298ª Army Band hacia el Berlín de la posguerra, donde curiosamente descubrió el jazz de vanguardia escuchando emisoras musicales.

De vuelta a EEUU, en 1948 estudia música en El Camino Collage sin demasiado éxito porque nunca aprendió a leer las partituras, siempre tocó de oído. En esta época comenzó a actuar en clubs y conoció a Jimmy Rowles, pianista que le enseñó “la importancia de mantener la sencillez al tocar”, característica que le acompañaría siempre, tanto como trompetista como cantante.

Tras trabajar con Stan Getz, en 1952 se presentó a una audición en el Tiffany Club de Hollywood. Charlie Parker buscaba trompetista para una gira por California. Chet Baker tocó dos temas con el mítico saxofonista, que, rápidamente lo contrató. Según Baker, fue un éxito continuo. Las salas se llenaban hasta la bandera. Bird “los hacía felices, los hacía bailar, los divertía con sus ideas, con su corazón. El público lo amaba.” Para Baker, “era increíble estar en el escenario con Bird”, que siempre lo “trató como a un hijo”. Él, en correspondencia, lo llevaba en los descansos a comer tacos con salsa verde. "Se zampaba media docena. Le encantaban."


Charlie Parker, Harry Babison, Chet Baker, Helen Carr. Tiffany Club, Los Angeles, 1952. Foto de William Claxton

Cuando Bird vuelve a Nueva York, Chet formó con Gerry Mulligan, Chico Hamilton y Bob Whitlock la banda más legendaria del jazz de la Costa Oeste de EEUU. “La banda funcionó como un reloj desde el principio gracias a la dirección de Gerry.” Testimonio de ello es la recopilación The Best of The Gerry Mulligan Quartet With Chet Baker (Pacific Jazz), considerado entre los mejores discos de la historia del jazz, y que incluye el clásico My Funny Valentine.


En esta época, Baker y Mulligan tienen problemas con la policía a causa de la droga. Son detenidos y Mulligan, incluso, fija su residencia en prisión durante varios meses. Se deshace la banda.

A partir de este momento, sus memorias tienen poco de musical y mucho de relato policial. Baker reconocer estar totalmente enganchado. Es arrestado varias veces. Se somete a curas de desintoxicación. En 1959 tras pasar cuatro meses en prisión decide “largarse” a Europa, donde visita las cárceles y comisarías de Italia (15 meses de prisión), Alemania, Francia y Reino Unido. En Inglaterra conseguía la heroína y la cocaína en la farmacia con receta médica. “Me sentí de maravilla con aquel viejo sistema inglés de prescripciones facultativas”, afirma de manera socarrona.

Las memorias terminan en diciembre de 1963. Baker está en Barcelona. Tiene contrato en un club de jazz nuevo y sigue buscando médicos que le receten sus “medicinas”.

Chet Baker: Como si tuviera alas, Las memorias perdidas, Mondadori, 1999.


27 de agosto de 2009

HENNING MANKELL, EMBAJADOR DEL PREMIO EUROPEO DE LITERATURA 2009

Se acumulan los reconocimientos a Henning Mankell.
El autor sueco será el embajador del Premio Europeo de Literatura 2009, un nuevo premio organizado por la Comisión Europea, la Federación de Libreros Europeos, el Congreso de Escritores Europeos y la Federación de Editores Europeos. La ceremonia de entrega tendrá lugar el próximo 28 de septiembre en el teatro Flagey de Bruselas.

HENNING MANKELL: MÁS SOBRE EL HOMBRE INQUIETO


El 18 de agosto de 2009 apareció en Suecia Den orolige mannen (El hombre inquieto), la más reciente novela de Henning Mankell. Tusquets Editores pondrá a la venta 100.000 ejemplares de la edición española en octubre, antes de lo previsto inicialmente. Estos datos indican el éxito de Mankell en España. Como elemento de comparación podemos añadir que la traducción inglesa (The Troubled Man) sólo se espera para febrero de 2001.

El hombre inquieto supone el regreso y el adiós de Kurt Wallander. Tras narrar los inicios como agente de su personaje más conocido en la colección de relatos La pirámide (1999), Mankell sólo nos lo había devuelto brevemente como secundario en Antes de que hiele, (2002) novela que nos relata los primeros pasos como policía de Linda Wallander, la hija del inspector.

El hombre inquieto, novela de casi 600 páginas, parte de hechos históricos. En 1982-1983, durante el gobierno del Primer Ministro Olof Palme, submarinos soviéticos invadieron los mares suecos. Tiempo después, en un día invernal de 2008, Hakan von Enke, alto cargo retirado de la Marina desaparece durante su paseo diario por Lilljansskogen.

Wallander, que ya es abuelo, que vive en el campo en su nueva casa y que ha retomado su relación con Baiba (Los perros de Riga), se involucra en el caso porque el desaparecido es el suegro de su hija Linda. Poco después, también desaparece la mujer del ex militar. Todo parece indicar que estos sucesos guardan relación con los escándalos de espionaje de los tiempos de la Guerra Fría.
Kurt Wallander, a pesar de su preocupante pérdida de memoria, logra hallar la clave del enigma. ¿Será el Alzheimer la causa de su despedida literaria?