24 de noviembre de 2008

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina


Estaba atada con correas de cuero a una estrecha litera con una estructura de acero templado. El correaje le oprimía el tórax. Se hallaba boca arriba. Tenía las manos esposadas paralelamente al cuerpo.

Hacía mucho tiempo que había desistido de todo intento de soltarse. Estaba despierta pero con los ojos cerrados. Si los abriera sólo vería la oscuridad; la única luz existente era un tímido rayo que se filtraba por encima de la puerta. Tenía mal sabor de boca y ansiaba lavarse los dientes.

Estos son los dos primeros párrafos de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Flickan som lekte med elden), la esperada segunda entrega de la serie Millennium del escritor sueco Stieg Larsson.

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