27 de marzo de 2008

El camino tibetano


En 1984 Steve McCurry fotografió a una joven afgana de 14 años en el campamento de refugiados de Nasir Bagh en Peshawar. Sus bellos e inmensos ojos reflejaban desolación y sufrimiento, pero también la rabia, la entereza y el orgullo de quien, pese a todo, está dispuesto a resistir. El retrato fue portada de la revista National Geographic e hizo a McCurry famoso en todo el mundo.

A finales de 2001, tras la caída de los talibanes, vuelve a Afganistan y logra encontrar a la joven, que tiene unos 30 años (no conoce su edad real) y es madre de tres niñas. Su nombre es Sharbat Gula y pertenece a la etnia pastún. Su marido y sus tres hermanos (de ella no depende la decisión) autorizan a Steve McCurry a volver a fotografiarla. El tiempo y la miseria han envejecido su rostro. Sus ojos continúan mirando el mundo muy abiertos, pero ahora hay en ellos, sobre todo, un infinito cansancio.

Steve McCurry es hoy en día uno de los fotógrafos más famosos del mundo. Según afirma, sigue buscando “la esencia del alma humana, la experiencia esculpida en el rostro de un ser humano”. Su último libro, The Path to Buddha: A Tibetan Pilgrimage (2003), está dedicado al budismo tibetano. Sus imágenes nos sirven para recordar qué terrible es nuestro mundo, qué injusto. Quizá nos permitan ser un poco más solidarios con los pueblos que sufren la barbarie humana.


Steve McCurry: Tibetan girl

1 comentario:

Pilar Turiso dijo...

Son dos fotografías geniales, que emocionan por la sensibilidad que muestra McCurry al captar el alma humana. En los ojos de Sharbat se resume el dolor y sufrimiento de muchas mujeres afganas.Pero en la segunda fotografía, la esperanza ha desaparecido, y el alma se estremece infinitamente más.
Y desde este civilizado mundo, ¿qué hacemos para mitigar el sufrimiento de tantas mujeres?