Todavía no he conseguido averiguar por qué Haruki Murakami es considerado un escritor pop. Más allá de los lugares comunes y de la necesidad de ciertas etiquetas que nos simplifican la existencia y nos evitan descomunales esfuerzos intelectuales no he logrado entender el significado de la marca "literatura pop."
Pero lo importante es la obra literaria en sí misma. En After Dark (2004) nos reencontramos con el particular universo de ficción de su autor. En este caso, en un escenario urbano coinciden una serie de personajes solitarios que habitan la noche. Dialogan. Cada uno relata su pequeña historia. Apenas sucede nada extraordinario. Sólo el tiempo que nunca se detiene. En paralelo a la acción principal, una delicada, casi de porcelana, Bella Durmiente de nuestros días es transportada del mundo real al virtual, mientras es observada de forma fría y constante por una cámara.
Escribo cosas raras, muy raras. Una entrevista con Haruki Murakami. Adncultura.com
Criaturas de la noche. Crítica sobre After Dark. El País.
La fórmula Murakami. Artículo de El periódico.com
Un decálogo murakamiano apócrifo. De Javier Aparicio Maydeu. El País.
1 comentario:
Coincido contigo, las etiquetas son simplificaciones para ahorrarse el esfuerzo de pensar y analizar, por eso yo las ignoro y leo lo que me hace bien leer y agradece mi cerebro; escucho la música que me hace bien y agradece mi cuerpo.
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